Ballena Blanca – Revista de medio ambiente y economía
Blog

La trampa de Volkswagen es común en Europa

La técnica, llamada ‘cycle beating’, resulta habitual en los test de consumo y emisiones que los fabricantes trucan aprovechando una regulación europea muy laxa.

Texto: Sara Acosta | Madrid

La trampa de los coches de Volkswagen descubierta en EEUU para que mostraran menos emisiones (de NOx) en los test de medición es más común de lo que se cree. Según un estudio de 2014 realizado por la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente, este es solo uno de los trucos que los fabricantes de automóviles usan en Europa para cumplir con los límites legales de dióxido de carbono. Como se apuntaba en este trabajo, “los motores modernos ya son incluso capaces de detectar cuándo se lleva a cabo un test y producir menos emisiones. Es una técnica conocida como ‘cycle beating’”. Es decir, justo lo que se ha detectado en EEUU y que ha provocado que se obligue a revisar cerca de medio millón de vehículos.

En un vídeo elaborado por BallenaBlanca, el think tank con sede en Bruselas desgrana algunos de los más de veinte trucos que las marcas emplean para trampear las emisiones en los test que se realizan en los laboratorios: “Sobre hinchan las ruedas, desconectan el alternador, también el GPS, el aire acondicionado o la radio, que consumen mucha energía. O retiran el retrovisor del acompañante para que el coche ofrezca menos resistencia”, comenta Nico Muzi, portavoz de este organismo. El resultado es una brecha del 30% entre las emisiones y el consumo de combustible que anuncian los fabricantes y las cifras reales. O así era hasta el año pasado, pues un nuevo estudio de la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente que se publicará en breve muestra cómo esa diferencia sigue aumentando.

La ironía, según los expertos, es que la manipulación de las marcas es ‘legal’ en Europa al realizar pruebas en laboratorio bajo normas muy laxas por cuyas rendijas se cuelan todos estos variopintos engaños. Además, quien valida el test suele ser el centro que realiza el examen. Como resume Muzi: “Hay un problema fundamental, da igual si se trata de emisiones de óxido de nitrógeno o de CO2, y es que básicamente el fabricante elige el centro en el que hará el test, y no existe un sistema que regule esos resultados. En Estados Unidos, la Agencia de Protección del Medio Ambiente tiene el poder no solo de corroborar que se cumple la ley, sino que puede tomar acciones legales, eso es lo que lamentablemente no existe en Europa y que nosotros pedimos”.

El instituto independiente Emissions Analytics, dedicado a realizar estas pruebas en conducción real en Reino Unido, fuera del laboratorio, destapa tras más de 600 coches analizados un agujero del 33% de media entre las emisiones que declaran los fabricantes y los números de verdad. Para Nick Molden, fundador de este organismo: “El test en laboratorio es laxo y no refleja las condiciones reales de los coches. Si queremos alcanzar el objetivo de 95 gramos de CO2 en 2020 en Europa, debemos asegurarnos de que no es un artificio legal, sino una realidad en la calle”.

boton_apoyanos

Relacionado

3 comentarios

Avatar
angelyo 22 septiembre, 2015 at 15:10

Una cosa son las «trampillas» y otra cosa es implementar un software para engañar a los test a sabiendas que la contaminación que emiten es un 40%superior y un 35% el consumo,cuando encima te pones como ejemplo medioambiental.Un delito gordo que va a poner al mundo del automóvil patas arriba.

Responder
Avatar
Carlos C 23 septiembre, 2015 at 14:44

Si tenéis un diésel espero que lo tratéis con cariño porque posiblemente sea el último que tengáis. El mercado va a dar un giro total en los próximos 5 años.

Responder
Avatar
david jimenez 24 septiembre, 2015 at 14:36

Podriais sacar tambien las comparativas con otras marcas sobre lo que marcan que contaminan y lo que en realidad es. Estaria interesante.

Responder

Deja un comentario

* Con el uso de este formulario, usted acepta nuestra política de privacidad y tratamiento de datos.